Bambú de la suerte (Dracaena sanderiana)
Nombre común:
Bambú de la suerte, Bambú chino, Bambú trenzado, Siempreviva Belga, Planta
cinta, Falsa palmera, Drácena, Drago.
Cómo distinguirla:
Son arbustos delgados, típicamente constituidos por un tallo
único en forma de caña, erguido ó en forma de espiral, y difícilmente supera
los 90cm de altura. Poseen hojas verdes alargadas de hasta 25cm de longitud que pueden estar variegadas en tonos blancos a amarillo pálido, con márgenes ondulados y
franjas en el borde del mismo tono del variegado. Son ejemplares comúnmente vendidos
como bambú de la suerte debido a que cuando se les han retirado las hojas,
dejando los tallos desnudos, la planta remite a los famosos bambús verdaderos,
aunque realmente son especies que pertenecen a familias diferentes, Agavaceae y
Poaceae respectivamente. Visualmente también se suelen confundir con plantas del género Cordyline
Orígenes:
Planta nativa del Oeste de África (específicamente Camerún).
Crecen de forma natural en ambientes de clima tropical
Valor:
Principalmente ornamental, gracias que es muy popular por su
apariencia y su facilidad para cultivo en interiores, así como por ser un
símbolo de buena suerte, como su nombre indica. Además de lo anterior, estudios
recientes han demostrado que las hojas de Dracaena sanderiana son una fuente
potencial de antioxidantes, especialmente flavonoides y polifenoles.
Consejos sobre su cultivo:
Gracias a su origen, prefieren un clima cálido de 20 a 30°C.
En cuanto a la iluminación, aunque pueden crecer a pleno sol, lo más
recomendable es colocarlas bajo luz difusa. A mayor nivel de sombra, el nivel
de variegado en las hojas disminuye, mientras que demasiada iluminación puede
provocar que las hojas se tornen amarillentas.
Al igual que las nochebuenas, es recomendable que el bambú
de la suerte no haya estado expuesta a temperaturas muy frías (por debajo de
los 12°C) durante su producción y venta, ya que al llevarlas a casa podrían
comenzar a decaer rápidamente. También, se recomienda no trasplantar la planta
durante las primeras 4 semanas después de su compra, ya que el proceso de
aclimatación de la planta es por sí mismo, muy estresante. Cultivadas en
maceta, requieren de un riego medio con suelo bien drenado para evitar
estancamientos.
El bambú de la suerte comúnmente también es comercializada
como planta acuática, que puede colocarse en un recipiente con agua y piedras
que la sostengan verticalmente. Es importante señalar que el agua utilizada
para su cultivo debe ser preferentemente agua embotellada (no tratada
químicamente), o en su defecto, agua de la llave previamente hervida para
precipitar las sales de flúor y evaporar los restos de cloro. Si las puntas y
márgenes de las hojas de tornan pálidas o marchitas, indica que el nivel de
flúor y sales en el agua o sustrato es muy alto. Aunque la mayoría de las veces
se recomienda cambiar el agua cada 3 a 7 días, la frecuencia dependerá en gran
medida de la pureza del agua que estés empleando.
La popular y llamativa forma en espiral es lograda a través de cambios en posición de la fuente de iluminación o mediante rotaciones periódicas del ejemplar para ir moldeando la forma aprovechando la tendencia de la parte superior de la planta de seguir los rayos de luz, naturalmente es algo que lleva mucho tiempo y demanda cierta atención.
Para mantenerla en buenas condiciones se recomienda una poda
en primavera, y si se desea multiplicar, lo más factible es hacerlo por acodo
en primavera o por esqueje en verano. Los tallos pueden ser cortados en tallos
más pequeños de 5 a 8cm de longitud y la punta superior de cada esqueje
cubierta con cera de tal forma que no pueda ser invadida por hongos
Finalmente, en cuanto a plagas, son plantas vulnerables a
las cochinillas.
Precauciones con niños y mascotas:
Ninguna