Hiedra común (Hedera helix)


Nombres comunes:

Hiedra común, hiedra inglesa

Como distinguirla:

Existe numerosas variedades de reportadas para Hedera helix, específicamente alrededor de 40, con lo cual, existe una amplia gama de formas y matices en las hojas. No obstante, de manera general y tomando en cuenta que comúnmente observamos a la hiedra durante su etapa juvenil, podemos distinguirlas como plantas trepadoras, de tallo leñoso en tonos oscuros que llega a presentar raíces aéreas especializadas en adherirse y soportar el peso de la rama para ayudar a la planta a trepar; las hojas son perennes de color verde oscuro, aspecto coriáceo (como si estuvieran cubiertas de cera), bordes comúnmente lobulados y de ápice agudo. Durante la etapa adulta, las ramas presentan hojas de forma romboide, así como flores pequeñas de tonalidades verde-amarillentas, que son seguidas por pequeñas bayas amarillentas a negras. Alcanza dimensiones de hasta 12m de altura

Orígenes:

        Es un ejemplar nativo de Europa, Asia y el norte de África.

Valor:

        De todas las especies de hiedras, es la única que se prospera en interiores y las más variable de su género, lo cual le otorga un amplio valor ornamental como planta de maceta, colgante, dentro de arreglos florales, entre otros, tanto en interiores como en exteriores, donde además posee un amplio potencial como cubierta vegetal de zonas sombreadas, ya que son espacios en que difícilmente prospera otra vegetación, de tal forma que además de su atractivo visual, proveé protección contra el viento helado del invierno y el intenso calor durante los veranos. Además de ser una planta muy manejable para la práctica de la topiaria, es decir, el modelado de figuras usando vegetación.

        A pesar de que las partes de la planta pueden llegar a ser irritantes e inclusive venenosas, H. hélix se ha utilizado también con fines medicinales, principalmente en el tratamiento de verrugas y callos.
        En época invernal, llega a ser utilizada como parte de las decoraciones navideñas, además de convertirse en fuente de comida y refugio para la vida animal silvestre durante la época, principalmente para algunas aves y abejas.

       Desde la antigüedad, las hiedras han sido asociadas con el concepto de eternidad y la continuidad de la vida durante el invierno. En la antigua Roma, la hiedra se consideraba un símbolo de logro intelectual y coronas de estas plantas eran utilizadas para coronar a los ganadores en concursos de poesía, o atletas vencedores en el caso de Grecia. Además de lo anterior, se han obtenido colorantes a partir de brotes jóvenes y sus bayas.
         Finalmente, de acuerdo con estudios dirigidos por la NASA, se ha comprobado que H. hélix es una planta purificadora del aire, capaz de remover tricloroetileno, formaldehido, benceno y el xileno del ambiente.

Consejos sobre su cultivo:

         Son capaces de crecer cuando están expuestas a pleno Sol pero también a plena sombra, por lo que son ampliamente adaptables a una variedad de condiciones climáticas y de suelo, convirtiéndose en plantas de bajo mantenimiento. Son resistentes a heladas y tolera sequias, pero es recomendable evitar encharcamientos. Aunque no es indispensable, una poda periódica mantiene el brote de hojas juveniles y previene la floración.

         Se recomienda multiplicarla por esquejes con o sin raíces adventicias durante verano. Si se desean ejemplares no trepadores, con forma de crecimiento más bien arbustiva, los esquejes de ramas adultas suelen crecer en dicha forma. En general, los esquejes posen una alta capacidad para enraizar, por lo que es posible enraizar e inclusive cultivar completamente en agua.
         A pesar de las preocupaciones comunes acerca de la integridad de las estructuras sobre las cuales tiende a crecer una planta trepadora como ésta, es importante señalar que no suele dañar las fachadas, ni los árboles sobre los que trepa gracias a que no es una planta parásita.
         Sobre las plagas, aunque no tiene problemas serios de insectos o deficiencias nutricionales, se recomienda cuidar la aparición de ácaros, la pudrición del tallo y la presencia de manchas en las hojas a causa de bacterias.

Precauciones con niños y mascotas:

          Como se mencionó anteriormente, sus bayas son venenosas para los humanos, la savia de las ramas causa irritación de la piel y la ingesta de cualquier parte puede causar malestar gastrointestinal.

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